domingo, 3 de mayo de 2020

Ana y su Broche Mágico (y sus autores)


“Cuando mi broche se pone a brillar, puede ocurrir cual cosa, chicas…”

De esta manera solían comenzar las historietas de Ana y su broche mágico, que llegaron a las páginas de Lily con su aire de aventura escolar británica de internado y una originalidad en su planteamiento: las travesuras de Ana no eran producto de su carácter gamberrete sino del capricho de un broche mágico que poseía, y que concedía los deseos de su due♫a: esto es, cualquir cosa que dijese en voz alta podía convertirse en realidad aunque Ana no lo deseara realmente.

Del broche nunca supimos su origen o por qué se encontraba en poder de Ana. Lo que sabíamos era que debía tener mucho cuidado con lo que decía cuando el broche comenzaba a brillar. Y esto casi nunca sucedía, lo cual la mayoría de las veces creaba una serie de situaciones totalmente indeseadas en las que mezclaba a su inseparable compañera y amiga Laura, otras alumnas de la escuela o su profesora de gimnasia Nora.

En la revista Lily apareció a partir del número 585 de manera regular hasta el 643 y luego aparecería como el Guadiana, de vez en cuando.
La seria había sido creada para la revista Sally y en UK debutó en su primer ejemplar el 14 de Junio de 1969, bajo el nombre Maisie's Magic Eye. Ana se llamaba en realidad Masie McRae y era alumna del colegio St. Matilda. Su mejor amiga era Lorna y la primera historia (nunca publicada en nuestro país) explicaba cómo el broche había llegado a parar a las manos de Maisie: una noche caminaba hacia su colegio y vio caer un meteorito al que sigue hasta su lugar de impacto. Allí, lo encuentra roto en brillantes y humeantes pedazos color esmeralda. Cuando el meteorito se enfría, Maisie decide coger un trozo y se manda hacer un broche. Un día, de pura casualidad, su monitora gimnástica Nora Nagger la castiga por llevar el sombrero equivocado del uniforme y Masie le responde que por qué no se tira al río. Eso es exactamente lo que Nora hace, para asombro general.



Tras experimentar con su amiga Lorna, llega a la conclusión de que aquel trozo de roca del espacio posee propiedades mágicas que causa que la gente haga lo que Maisie dice, como si estas cayesen bajo algún tipo de trnace o hipnosis, pero solamente cuando brilla. Del mismo modo, puede hacer que las cosas regresen a la normalidad y que la persona o personas implicadas no recuerden nada del episodio.

En Sally aparecería hasta Marzo de 1971 y después pasaría a publicarse en la revista Tammy desde Abril del 71 hasta Enero del 72.
Sus dibujantes fueron Tom Hurst, Cesar Spadari y el autor de la Ana que conocimos ya en España sería Robert MacGillivray.

Muy poco se sabe de Tom Hurst, pero fue bien fecundo en las artes del dibujo. No sólo realizó Maisie’s Magic Eye, también hizo una buena cantidad de historias para Jinty, Lindy, Mandy, Tammy, June etc. Incluso hizo alguna historia apócrifa de Esther y su Mundo para anuales y especiales de Princess Tina.
César Aurelio Spadari nació en 1938 en Argentina. Trabajó para Bruguera en las series Gran Prix y La llamada de África y en varias de las aventuras de las Joyas Literarias Juveniles (Dos años de vacaciones, Hacia el Zambesi, Nuevas aventuras de Robinson Crusoe…). Posiblemente al mercado de UK llegó a través de agencia, del mismo modo que lo hizo con su personaje más famoso para la editorial escandinava Semic Press, para la que dibujó Fantomen (the Phantom).
Robert Robertson MacGillivray nació en 1913 y tuvo una larga y distinguida carrera en los cómics británicos. Allí fue más conocido por la serie Lucky’s Living Doll, publicada a partir de 1963 en School Friend para Fleetway y muy gratamente recordado por diversas series de DC Thomson como The Balloon of Doom y The Flights of Flopear. En los años sesenta sus dibujos suelen ser más realistas.

Menos conocido es su trabajo como autor de tiras humorísticas como The Ticker Twins que apareció en el número uno de Magic en 1939 o Moko The Baby Monkey para Sun (AP).
A mediados de los cincuenta comienza a dibujar una serie de historietas para chicos en Knockout, incluyendo adaptaciones de películas y el serial detectivesco Sexton Blake. Su estilo se perfeccionaría a lo largo de los años.
Su serie más conocida en los 50 aparece al final de la década en la revista de corta duración Zip y que le da la oportunidad de desarrollar ese estilo de ojos grandes y caracterización que usaría el resto de su carrera.
En los años sesenta además de en Fleetway colaboró con DC Thomson en los primeros cuarenta números de Diana: The Skating Knights (1963), Little Katie O’Hara, Cool Kit o The White Mask. Esto representaba cuatro páginas en cada revista mientras hacía tiras como Maypole para School Friend de Fleetway.
En los setenta haría Double Decker’s, basada en la serie de televisión Here Come the Double Deckers para Whizar and Chips (1971-72) que fue reeditada en Cheeky Weekly en Junio de 1971.
Incluso colaboró con la mítica y añorada revista Misty en uno de sus anuales con The Haunted Library, que era una reedición de las Historias del Cuentacuentos de June.
Trabajaría para la revista Magic con la historieta Sooty Snowball, en Marilyn, Sally, Tammy y a principios de los ochenta crearía series como Trixie’s Treasure Chest y Belle of the Ball (1979) para DC Thomson. Una de sus últimas series fue Lizzie’s Trick en el anual de Bunty  de 1988 publicado póstumamente.
Robert “heredó” Ana y su broche mágico unos seis meses después del comienzo del personaje y lo hizo totalmente suyo, y con ello “ascendió” a la portada de Sally.
La lista de series e historietas producidas por MacGillivray es extensa, teniendo en cuenta que sus primeros trabajos comenzaron en 1930. Robert murió en Julio de 1986 en Bromley (Kent).





4 comentarios:

chema dijo...

ya recuerdo a ana y su broche mágico, he leído historietas de ella. y posiblemente haya alguna en esos tomos en inglés que me regalaste, tengo que mirar.
hoy día cualquier dibujante tiene su página de facebook y su instagram, pero antes eran bastante anónimos, no había apenas información...

Mª Angeles dijo...

Hola Chema acabo de verlo .
Parece mentira pero con el confinamiento tengo menos tiempo .
Espero que el foro no se cierre

Alexander Strauffon dijo...

Con lo que relatas del personaje y el broche mágico me vino a la mente la caricatura japonesa de Gigi, que se podía transformar en adulta, jaja. Yo era muy muy pequeño, y me aventaba todo tipo de animadas por igual, nada de que "esa es para niñas" o cosas así. Y al irte leyendo la recordé.

Azka Kamil dijo...

awesome article guys :)

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